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por:
Irene G.B.
¡Gracias!
¡Míranos
a Irene y a mí
en
la foto del períodico!
¡Fotos
de este concierto! |
(A la izquierda) Mónica
Naranjo, rodeada por los tres bailarines que la acompañan en sus
actuaciones, durante su actuación. (A la derecha) Vista general
del público.
La "importancia" de creerse
una diva
Una desafortunada Mónica
Naranjo ofreció en Eñ Sauzal su particular versión
de un concierto
A estas alturas de la vida
nuestra capacidad de asombro se encuentra aletargada, esperando que la
originalidad haga acto de presencia para reconfortarnos.
El show ofrecido
la noche del pasado sábado por la diva del disco-drama, Mónica
Naranjo, no fue ni original ni asombroso.
La única sorpresa
-por su falta de respeto- de un espectáculo tedioso y falto de ritmo
llegó en sus prolegómenos, al tener que esperar los escasos
2000 espectadores asistentes una hora y media, hasta que la artista decidió
salir al escenario.
Y es que esa aureola de
estrella internacional a la que la vida parece deberle una ronda, la hace
sucumbir como intérprete a la primera de cambio.
El concierto no abandonó
en ningún momento la frialdad inicial, acrecentada por la consecución
de baladas, que fueron minando la paciencia y el interés de los
espectadores, que al cumplirse una hora de concierto comenzaron a desfilar
en busca de la salida.
El olor a "pinchos morunos"
que llegaba de los numerosos braseros improvisados situados en los aledaños
del escenario, mitigaban el aburrimiento de un espectáculo que tenía
previsto durar dos horas, según palabras de la propia cantante,
y que por suerte concluyó a la hora y media de su inicio.
Ante el asombro general,
un murmullo creciente que provenía de los corrillos que iba formando
el público, competía con la sonoridad de la voz ambigua e
ininteligible por momentos de Mónica Naranjo, que no hizo ningún
esfuerzo por revertir lo que estaba sucediendo durante su concierto.
Excepción hecha de
los tres bailarines que acompañaban sobre el escenario a la cada
vez más anoréxica diva, el concierto sucumbió por
su desprecio total hacia los espectadores.
Gracias a dios, "sobreviviremos"
a Mónica Naranjo.
Mónica Naranjo dirigiéndose
al público al finalizar una canción
SERGIO NEGRíN - SANTA CRUZ
Diario de Avisos - Lunes,
3 Julio de 2000
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